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¿QUE PUEDO HACER PARA SER UN MASON? 

Antes de más nada, el postulante al ingreso en los cuadros de la Orden Masónica, debe auto evaluarse en busca de valores, costumbres, actitudes (interiores) y  comportamientos sociales exteriorizados cotejándolos con algunas premisas presentadas a seguir.

El Candidato debe, por tanto,  identificarse con los aspectos a seguir:

  • Legal:

– ser emancipado y haber completado 23 años antes de la ceremonia de Iniciación;
– si es dependiente pecuniariamente, obtener el consentimiento de los tutores o progenitores;
– si está comprometido en una unión estable, debe contar con la concordancia de la esposa;
– ser un hombre íntegro, vinculado y actualizado en relación a su tiempo;
– ser emprendedor y capaz de asumir responsabilidades;

– Tener su registro regularizado y sin impedimentos en los órganos de consulta de crédito del consumidor (SPC/SERASA);
– tener empleo, residencia y domicilio fijos, en el Oriente (estado, municipio) pleiteado; sus actividades profesionales deben ser lícitas, no importando el oficio o negocio;

– esperar encontrar en la Logia Vigilância e Segredo, hombres libres, de buenos costumbres, capaces de realizar obras poderosas en beneficio de la Humanidad, de la Patria y de la Familia;

 

  • Doctrinario:

– tener religiosidad, mejor de que religión;
– creer en Dios, encima de todo;
– tener una idea clara de la virtud y del vicio, adoptando una y rechazando el otro;
– estar apto para aprender conocimientos litúrgicos y filosóficos;
– distinguir entre religión y masonería;
– ser respetado en la Iniciación, no solo por las características esotéricas, exotéricas y metafísicas del evento, como también por el significado simbólico traído por nuestras tradiciones y regularidad;

  • Práctico:

 

– presentar buenos costumbres;
– tener buena familia;
– seguir las leyes;

  • Metafísico:


– Ser receptivo a las ideas;
– estar ideológicamente alineado con la idea de Dios;

 

  • De la tradición:

– estar apto; o listo, dispuesto y capacitado, “sponte SUA”;

 

  • Iniciático:

– Dar crédito respecto al proceso;
– mantener el espíritu receptivo (“nada le será cobrado; todo le será dado”);

La admisión a la Masonería es restricta a las personas adultas sin limitaciones en cuanto a raza, credo y nacionalidad, desde que gocen de reputación libada y que sean hombres íntegros.

Ningún hombre, por mejor que sea, podrá ser recibido en la Masonería, sin el consentimiento de todos los masones. Si alguien fuese impuesto a la Masonería, podría allí causar desarmonía, o perturbar la libertad de los demás, lo que siempre debe ser evitado.


La aceptación del pedido de ingreso en la Orden depende bastante de la declaración de motivos del candidato. La Orden espera que el candidato sea sincero ante su propia consciencia, cuando esté llenando el formulario de propuesta de admisión.

Cuando alguien se candidata a ingresar en la Masonería, es verificado en investigación, si dispone de ganancias pecuniarias que permitan cumplir los compromisos masónicos, sin sacrificar la familia. Vale decir que ningún hombre casado podrá entrar para la Masonería sin que la esposa esté de acuerdo.

Es obvio que, al iniciarse en la Masonería, el individuo deberá asumir compromisos derivados de participación vinculada y responsable en las lides masónicas. Entre los compromisos y responsabilidades, se encuentran aquellas de estudiar, con mente abierta, las instrucciones masónicas, bien como, el de considerar denso sigilo sobre las enseñanzas recibidas y contribuir pecuniariamente para la manutención de su Logia y su Obediencia. Los compromisos y responsabilidades, a propósito, son del mismo género de aquellas encontradas en cualquier asociación humana.

Es un hecho incontestable que una de las finalidades de la Orden es la de implantar sistemáticamente en la sociedad humana una efectiva fraternidad entre los hombres.

Al contrario del ‘‘folclor’’ que alimenta la creencia de mucha gente, la Masonería no es una sociedad secreta y ejerce sus actividades extensivamente, bajo el manto de la legitimidad de su naturaleza y de la legalidad de sus actos y hechos administrativos, fiscales y tributarios. Sus Propiedades, Constituciones, Enmiendas, Regimientos y Estatutos son registrados en el Registro de inmuebles, títulos y documentos, y publicados en Diario Oficial.

Una vez Iniciado, el postulante se convierte en Masón, y, como tal, estará, para todo y siempre, bajo constante vigilancia de su propia consciencia y de los demás Masones.

Eso puesto, habiendo su interés en ‘‘entrar’’ en la Masonería, entre en contacto con un Masón de su conocimiento o con una Logia Masónica de su ciudad.

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